Reseña de «La quinta víctima» de J.D Baker

Estrenamos esta web con una nueva reseña. Una lectura enmarcada entre finales de 2020 y principios de este que nos está helando hasta las ideas. Espero que Filomena no me haya congelado las ideas.

Hace unos meses decidí aparcar la lectura de esta segunda parte de la trilogía de El cuarto mono de este escritor estadounidense para cerrar otras lecturas que ansiaba. No ha sido para nada difícil entrar de nuevo en la vida y obsesión de inspector Sam Porter por su antagonista CM, el perturbado Anson Bishop. De hecho, debido a ello, es suspendido por sus superiores, no por haberlo dejado escapar, como ocurría en el primer libro, sino porque descubren que investiga el caso por su cuenta y descuida un nuevo caso que surge para él y su equipo. La aparición del cadáver de una chica en un lago congelado desde hacia meses y con la ropa de otra chica desaparecida hacia solo dos días.

En esta ocasión la trama va a ir saltando entre el agente y su afán en atrapar a Bishop y varios de sus compañeros, como la conocida y astuta Clair, Nash y Kloz por cazar al nuevo asesino. A ellos se suma también el agente Poole del FBI, que tomará un papel muy importante en la historia.

Las características del nuevo asesino se asemejan al CM, pero sus métodos se alejan del comportamiento y metas iniciales de Bishop, lo que hará que se creen conflictos entre los mismos investigadores. Anson irá dejando miguitas de pan al pobre y desesperado Sam que no se dará cuenta de que es parte de los planes del asesino que siempre va un paso por delante de él.

Los diarios de joven Bishop me sirvieron para despejar mi mente y recordar de nuevo, a pesar de leer varios libros entre medias, lo que fue la primera novela y como Baker nos sumerge en la mente de un asesino despiadado pero totalmente calculador. Su infancia y todo lo que ocurrió tras la muerte de su padre y la desaparición de su madre, su objetivo primordial y por el que involucra al agente Porter.

En esta segunda parte, el nuevo asesino es de la misma calaña, pero con distintas ambiciones que te llegan a descolocar durante la lectura y como lleva a sus víctimas al extremo de la desesperación. Voy a obviar las pruebas a las que las somete porque son dignas de leer.

Conforme avanzas en la trama y vas descubriendo la importancia que tiene cada uno de los personajes nuevos que se incorporan a esta trilogía y como evolucionan tras la pluma del escritor, te das cuenta que nada está pensado al azar y que las frases que se van quedando por el camino en el diario de Bishop son, además de buenísimas, necesarias para el avance desesperado del inspector Porter. Baker utiliza de nuevo esa arma que tanto valoramos los escritores de la novela negra y que nos ayuda para dar el giro argumental en el preciso instante y que el lector no ve venir hasta que le das en toda la cara. A mi, debo reconocerlo, me la metió doblada. Sin embargo, da un gusto que te cagas, aunque suene mal. Son las cosas por las que valoras una nueva lectura y te das cuenta de que ha merecido leer un libro. No perder el tiempo entre mil datos históricos y valorar y querer a tus personajes de principio a fin, tanto buenos como malos.

Personalmente me quedo con el sentimiento de pena que me produce el alma atormentada de Porter por lo de su mujer y perdono su terquedad en muchos momentos. Claire y su inteligencia me abruman, al igual que su complicidad con Nash, o más bien pique. Kloz es vital en muchos tramos y el nuevo personaje de Poole me sobrepasa muchas veces por sus aires autoritarios, pero es bastante intuitivo. Un grupo que en realidad está separado por muchas razones y que ellos mismo no saben que los une una sola razón…

Ya lo he dicho muchas veces, no hay nada como que un lector suelte la típica expresión de: ¡QUÉ HIJO/A DE PUTA! Yo lo hice con Baker y aunque nunca leerá esta reseña, debo de darle las gracias por alimentar mi podrido cerebro de nuevas ideas.

Debo destacar que en varias ocasiones me he despistado con algunos personajes y sus motivaciones, sin embargo tiene también su lógica con el tramo final de la historia.

De nuevo, Baker nos emplaza a una tercera lectura con un final en el que se forja algo muy oscuro en un escenario bastante espeluznante y que hará seguro de Porter y Bishop una nueva batalla…la última.

No puedes jugar a ser Dios sin conocer al diablo.

Anson Bishop, J.D Baker

Nos vemos en el cierre de esta trilogía.

Mi puntuación es de 8 sobre 10.

Reseña de «¿Qué pinto yo aquí?» de Esmeralda Esteban

¿Es posible condensar varios sentimientos dispares en apenas doscientas páginas? Sí, mi querida amiga Esmeralda Esteban lo ha conseguido y encima con una historia escrita hace diez años y que ella misma nos contó en una entrevista en mi Facebook. Dedicada a su amiga, en una época donde ambas no estaban sentimentalmente muy bien y que creo que les sirvió para desintoxicarse de malas experiencias.

«Qué punto yo aquí», ganadora del Primer premio literario Mil palabras & + Woman y editada por la editorial Colección Mil amores, cuyo título original era, -y para mí debía ser «Tortitas para cenar»- lo entenderéis muy pronto, es una historia sencilla, pero con un trasfondo atemporal. Una montaña rusa de emociones a través de un personaje principal cuya reciente pasado le ha marcado para siempre.

Julieta, una chica a punto de cumplir los 30 años acaba de perder a su hermana en un accidente de tráfico y ella era la que conducía. Lucía, que así se llamaba, deja a un marido sin mujer, a una niña pequeña sin madre y a una familia rota, si no lo estaba ya.

En medio de toda esta vorágine de sentimientos, Julieta va obligada a la boda de sus amigos y allí conoce a un hombre. Álex, un tipo encantador y lleno de todo aquello que a Julieta le hace falta para salir del hoyo. Sin embargo, Esmeralda no nos lo va a poner tan fácil…hasta ahí puedo leer.

A la ecuación, se suma su insoportable madre, Eugenia y un antiguo conocido del pasado, Víctor al que le vais a coger un «cariño especial». Alberto, cuñado de Julieta divide su vida en dos: intentar sacar a nuestra protagonista de la mierda y hacer que su hija pequeña vuelva a hablar y relacionarse con los demás. Un fracaso, a pesar de ser psiquiatra. Sin embargo, Julieta estrecha su relación con su sobrina y entre ambas se ayudan a salir de pozo emocional en el que se encuentran.

El lenguaje utilizado por Esmeralda es sencillo, cercano y lleno de esa magia que hace que te metas en la historia de lleno y con esa personalidad tan marcada de la protagonista que hace que empatices con sus sentimientos al borde de la lágrimas. Hay una escena que es desgarradora y de la que no puedes huir entre sollozos y con el corazón encogido. Una lección de vida que nos hace ver lo fácil que se puede ser feliz.

Esta novela se compone de nueve capítulos, cada uno de ellos, como dice la autora, con un ingrediente distinto que hace que la puedas leer en diferentes estados de ánimo. Ríes, lloras, odias, amas, vives y disfrutas de esta historia a partes iguales y lo mejor de todo es que a pesar de ser una novela «casi romántica» y de «chicas», no entra en ese estado extremamente sexualizado en el que se han convertido este tipo de tramas. El erotismo envuelto en ese aura de amor y la alocada situación en la que se encuentran los sentimientos de Julieta y sus traumas por resolver, hacen que Esmeralda nos eche el lazo desde el principio y queramos comer todas las noches tortitas para cenar, algo que da un toque especial a la vida de Julieta y a nosotros como lectores.

Desde aquí, quiero dar de nuevo la enhorabuena a Esmeralda por su premio y por regalarnos una historia con la que reencontrarnos con nosotros mismos e intentar superar nuestros miedos a todo en esta vida y afrontarla con una sonrisa y la esperanza que siempre nos otorga el amor. Esa tuerca esencial que hace que el mundo siga funcionando a pesar de nosotros mismos.

No dudéis en haceros con un ejemplar de «¿Qué pinto yo aquí?» (Tortitas para cenar) a través de los enlaces que os dejo a continuación:

https://libros.cc/%C2%BFQue-pinto-yo-aqui.htm

Mi puntuación es de 8 sobre 10.

Reseña de «Aquitania» de Eva G.ª Sáenz de Urturi, Premio Planeta 2020

Buenas, familia. Se acaba el año y creo que no existe una mejor manera de finalizarlo que con esta reseña particularmente especial para mí. Existen muchas razones para darle ese calificativo y no precisamente por el hecho de ser «Aquitania» el Premio Planeta de este fatídico año 2020.

Eva es una escritora única, de esas cuya primera premisa, aparte de disfrutar de la escritura y la lectura, es cuidar de sus seguidores…de sus fieles lectores. Nacer de la nada y poco a poco forjarse un nombre en el mundo de la literatura, no la ha eximido de ser una mujer cercana, amable y atenta con los que la admiramos y soñamos algún día alcanzar sus logros.

Cuando me enteré de su galardón, parecerá una tontería, pero me alegré como si fuera parte de mí familia. Desde aquel instante, todos los «Krakeanos» nos hicimos «Aquitanos». Y en mi caso, aun tengo pendiente «La saga de los longevos», «Los hijos de Adán» y «Pasaje a Tahití».

Aquitania no es solo la historia de una mujer tan fuerte e inteligente como la condesa Eleanor de Aquitania, ni siquiera el típico libro feminista que nos cuenta las vicisitudes de una mujer del siglo XI en un mundo de hombres. Esta novela es la historia de una persona que lucha contra viento y marea para descubrir la verdad sobre el asesinato de su padre, el duque de Aquitania. Su muerte, bajo el manto de un horrible ritual normando hace de ella una obsesión. Un ser capaz de todo para ayudar a su pueblo y conseguir todas sus metas, más allá de las implantadas por su familia y tradiciones. Una mente preclara que condiciona su felicidad personal por la de los demás, a pesar de ir siempre contra la marea. No todo el mundo tiene el arrojo de meterse dentro de la boca del lobo de tu mayor enemigo e intentar desde dentro destruir a tus enemigos mortales.

Escrito en primera persona, me gustó mucho el intercambio entre Eleanor o Lía, como le llamaba su familia y otros de los personajes principales de la trama, como su marido Luy II, rey de Francia y su tío Raimond de Poiters, su verdadero y único amor. Sin olvidar ese personaje al que siempre recurre Eva y que a todos tanto nos gusta, un niño misterioso de otra época, utilizando los flashback que tanto juego, ritmo y misterio dan a la trama principal. El final, digno y agridulce, pero con un giro final a la altura de su desarrollo.

Evidentemente, al ser un thriller histórico e intentar dar viveza a la historia, hay hechos o fechas que se han cambiado a posta por la autora para colmar al lector de diversión y no atragantar la lectura con miles de datos o hechos históricos que te sacan literalmente de la historia original pensada por ella. Se agradece y mucho. A todos nos gusta aprender, pero para saber todo de un siglo concreto, me voy a por una enciclopedia. Lo dice alguien que las pasó canutas con los fenicios y consiguió salvar el escollo.

Estructurado con capítulos cortos, «Aquitania» es una novela tan disfrutable como ágil. La intriga y las emociones luchan entre sí para dar el lector las armas suficientes para entender porque es la ganadora de un premio tan importante en España y sitúa a la autora en la cabeza de las listas de libros más vendidos y sobre todo, se reconoce su trabajo exhaustivo y amor por un personaje tan apasionante como tuvo que serlo Eleanor de Aquitania, que pocos sabrán que fue la madre del famoso Ricardo Corazón de León y reina regente de Inglaterra.

He mantenido por privado pequeñas conversaciones con la autora durante mi lectura y en todas ellas le daba las gracias por esta maravillosa historia. Además, incluso compartía la pena que me daba acabarlo y como lo he estirado el máximo tiempo posible durante unos quince días, porque si no me lo leía en dos.

Enhorabuena por esta magnifica novela, por tu merecido y premio, pero sobre todo, muchísimas gracias por cuidarnos a los que tanto amamos tu literatura, Eva García Sáenz de Urturi.

Tu fiel aquitano, Óscar Lamela Méndez.

Mi puntuación es de 9 sobre 10.

Reseña de «Rey blanco» de Juan Gómez Jurado

¿Obligación? ¿Compromiso? No, señoras y señores, esta reseña es a día de hoy un gustazo en todos los sentidos. «Hablar de Juan Gómez Jurado, es hablar de éxito asegurado», sí, puede sonar a frase hecha, pero la realidad es que si faltaba alguien que este autor se metiera en el bolsillo, con esta saga que él mismo dice que le ha llevado doce años lo ha conseguido o lo hará si se atreve a conocer a uno de los personajes más fascinantes que he conocido en los últimos años.

Antonia Scott es sinónimo de irreverencia, de sagacidad mordaz sin aditivos, sin copia y pega. Pura inteligencia, tildada de toda esa magia que ya os dije en mis anteriores reseñas sobre «Reina roja» y «Loba negra» dejé clara, la bendición de Holmes y su querido amigo Watson, en este caso en la piel de un vasco fornido, gay y chistoso Jon Gutiérrez al que ya muchos adoramos como lo hace Antonia. ¿Podemos darle también un cierto toque Poirot? Puede ser, pero en mucha menor medida, pues la extravagancia de Scott bañada con pequeños y suculentos toques de su incapacidad para el humor o la ironía emulan incluso a veces al gran Sheldon Cooper, dejando al detective de Agatha Christie en otro nivel más puritano.

Que me perdone el autor, no quiero comparar a nadie con Antonia, ella es única y como tal la amamos. Es por ello, que un ser tan inteligente necesita de su antagonista, su némesis. Aquí es dónde definitivamente en esta tercera entrega, por fin aparece en escena su Moriarty, que tan MAGISTRALMENTE, nos deja caer el autor madrileño en una escena memorable de «Rey Blanco» que no os pienso contar. Chapó, Juan.

Sabéis que a mi me da mucha rabia devorar libros. Me gusta saborearlos como un buen vino y su correspondiente tapita de queso y jamón. Imposible con este autor. Su forma de escribir, tan hábil, penetrante y absolutamente dependiente, te comprime el alma en cada capítulo. De esos, cortitos y al pie, poniéndote una zancadilla al final del mismo para terminar diciendo: Venga, otro más.

A mí, «Rey blanco» me ha durado una semana, porque me he negado a leérmelo en tres días como sé que lo ha hecho alguna amiga mía y lectora empedernida. Me dijo que necesitaba hasta un colirio. En fin, que si con estás palabras no os convenzo de leer a Juan Gómez Jurado, es que sois más duros e insensibles que la carne de un corzo a palo seco.

«El final solo es el principio». Esta puñetera frase te la mete doblada y sin calzador desde la firma del libro y te quedas con el ansia hasta el último renglón de la novela sin saber si definitivamente nos vamos a quedar sin seguir las andanzas de nuestra querida Antonia y amado Jon. «Rey blanco» confirma por fin las sospechas que durante años de lucha contra viento y marea luchó la pobre de Scott cuando su marido y ella fueron atacados por el asesino más despiadado y listo del mundo, el señor White. Menudo hijo de mil…Para colmo, la pesadita de Sandra es su adalid y va dejando su sello por todas partes.

Esta vez, Mentor, el jefe de nuestros protagonistas es informado de que todas las «Reinas rojas» de otros países van cayendo de una manera y otra. Para colmo, como ya sabéis todos, empezamos la novela con el rapto de Jon y la búsqueda desesperada de Antonia.

No quiero destriparos nada más. Solo aseguraros que le vais a coger un cariño atroz al tal White, tanto como a la asquerosa vecina de la serie de «La valla», el que la vea entenderá esta ironía.

Por mi parte, he recomendado a propios y extraños, no solo a través de estas reseñas, que lean esta saga. Sino que ahora para colmo me he enterado gracias al autor que hubiera sido un puntazo que hubiera leído antes «El paciente» y «Cicatriz». Lo haré, Juan. No solo te lo prometo, sino que las conseguiré firmadas a pesar del bicho este, igual que tengo dedicadas las otras tres.

Quienes lo seguimos, sabemos que Juan no da puntada sin hilo. Incluso hasta en los títulos de esta «trilogía», nueve letras cada una y las portadas…una, dos y tres personas en cada una de ellas. Detalles que nos deja su mente privilegiada como me decía el otro día una amiga.

Una pasada de historia que nos pone a contrarreloj toda la lectura y pensada al milímetro como cada uno de los pasos que van dando los buenos y los malos. Personalmente sería un gustazo verla en cines, aunque según fuentes fidedignas, el autor en alguna entrevista a dicho que no está muy por la labor. El casting tendría que ser muy especial. No todas podrían ser la cari de Jon ni el «no gordito» de Antonia.

Estarás harto de oírlo, querido Juan, pero yo me repito: Gracias por regalarnos esta historia, estos personajes y la ansiedad de leer hasta cocinando, por no decir algo más escatológico. Mi más sincera enhorabuena. Eres ese espejo mágico en el que me gustaría verme reflejado.

Mi puntuación es de 9,5 sobre 10.

Reseña de «Bellas durmientes» de Stephen King y Owen King

No creo que sea la primera vez que me enfrento a una reseña de este calado, pero sí a la más difícil. Evidentemente, por el autor al que me remito. Sabéis que para mí, este hombre es como mi biblia y cada una de sus novelas su versículos, sin embargo en todas las familias siempre hay una oveja negra y hoy por desgracia os vengo a hablar de una.

Voy a ser dolorosamente duro y ya me conocéis, siempre sincero. Directamente a la yugular o un gancho a la mandíbula. Este es el típico libro infumable. La primera pista me la proporcionó el glosario de personajes con el que arrancaba el libro, algo que jamás he visto en las novelas de este autor y con no sé si tendrá mucho que ver con el hecho de haberla escrito a medias con su hijo.

Aquí llega la segunda parte del problema. La importancia de no saber en ciertos momentos quien es de los dos autores el que escribe un capítulo en concreto, se suma la desbordante incrustación en el cerebro del lector de una infinidad de personajes a cual más variopinto y encima con una similitud en los nombres y más extraños que llamar a tu hijo Judas, por no decir otra cosa.

Cuando llevaba más de la mitad de la lectura de un libro de más de setecientas páginas a las que le sobraba la mitad (parece que cada uno ha escrito su propio libro), fue cuando me quedé con algunos de los nombres principales y le encontré un poco de sentido a la trama.

¿La historia? Pues que queréis que os diga, es original hasta cierto punto, pero termina yéndose por unos derroteros fantásticos demasiado raros. Os dejo mi pequeña sipnosis de la misma.

Una ciudad no muy grande, llamada Dooling en la que casi todos se conocen. Todo comienza con la aparición de una extraña mujer que asesina a dos traficantes y al ser capturada, las cosas empiezan a cambiar. ¿De qué manera? Todas las mujeres, incluidas las del resto del mundo, una vez que se duermen no vuelven a despertar y se quedan metidas dentro de una crisálida como una oruga y futura mariposa. Pobre de aquel que intente sacarlas de sus pupas, pues el ser que sale de ellas no es el mismo…no os digo más.

Esto lleva por supuesto a un cambio radical en los pensamientos de los diferentes hombres del pueblo hasta que poco a poco van cayendo todas las mujeres. Los protagonistas son Lila Norcross, la jefa del departamento de policía y su marido Clinton Norcross, psiquiatra del Centro Penitenciario de mujeres. Os podéis hacer una idea del papel que ambos toman en esta historia y como deben lidiar con la gente, sobre todo cuando ella cae definitivamente en ese sueño profundo. La clave radica en esa mujer misteriosa que se hace llamar Eve Black y tiene la capacidad de conocer a todos y cada uno de los habitantes de Dooling, incluso sus secretos más ocultos.

Todo cambia cuando se crean dos bandos. Los que quieren acabar con esa extraña mujer y tienen la teoría de que con su muerte las mujeres volverían a despertar y los que creen que la supervivencia de dicha mujer es la llave para que todo vuelva a la normalidad.

Hay varias fumadas muy al estilo de King. Algunas sobresalientes, otras demasiado caóticas y poco creíbles por un final que te deja un poco vacío.

La lectura ha sido demasiado tediosa. No solo por los personajes y las subtramas de cada uno de ellos, sino por la carencia de un verdadero referente maléfico al que odiar y convertir en tu enemigo número uno. Hay algunos, pero les falta mucho carisma. Para que un libro de King o de cualquiera me dure dos meses, es que tiene que ser aburrido de pelotas.

Menos mal que fue un regalo, pues si me gasto el dinero en este tocho, me acuerdo del de Maine para los restos. He sido cabezota y me lo he terminado, pero se de gente que lo ha dejado a medias. Yo personalmente no os lo recomiendo, e insisto, me duele en el alma siendo quien es el autor. Me da la sensación que este es un libro con el que quería cumplir con el sueño de su hijo de escribir con él y les ha salido el tiro por la culata. A Owen le queda muy lejos aún el talento natural que por ejemplo tiene su hermano Joe Hill, que personalmente me parece un digno sucesor de su padre. No puedo añadir nada bueno, lo siento.

Mi puntuación de 4,5 sobre 10.

Libreando Club, una forma distinta de disfrutar la literatura

Buenas a todos. Ya hacía mucho tiempo que no me daba una vuelta por este rincón. Las últimas y lentas lecturas, sobre todo, los acontecimientos en los que ando inmerso escribiendo tanto en el blog de Vuelo de cuervos y mis próximos proyectos literarios me dan para poco. Por eso, hoy os traigo una reseña algo diferente. Un artículo en el que me estreno como «influencer». No, no me he vuelto loco ni voy a cambiar mi rutina habitual. Simplemente que las redes te dan estas posibilidades y hace unos días contactó conmigo esta web literaria tan especial.

¿Qué es Libreando Club? Una respuesta sencilla. Dos almas que aman la literatura como tú y como yo, han querido darle un nuevo giro a la necesidad que tenemos muchas veces los lectores avezados de hacernos con nuevas obras o no tan nuevas. ¿Cómo te suena el recibir en tu casa una novela totalmente sorpresa? A priori, raro, ¿verdad? Ten paciencia, todo tiene su truco.

Para ser parte de este club, solo tienes que hacerte socio, con diferentes packs que luego, os explico. Una vez hecho, llega la magia de Libreando, pues tienes que hacer un pequeño Test literario de apenas quince preguntas en el que investigan tus respuestas y gustos para ofrecerte aquellas novelas que siempre quisiste leer, pero quizás tus elecciones no fueron las correctas en su día. Todos hemos pensado alguna vez, sobre todo después de leer una historia muy buena, ¿y ahora qué leo? Esa es la meta de Libreando, encontrar tu destino lectivo sin moverte de casa, disfrutando de clásicos contemporáneos y no tanto.

Un club que te ofrece packs de libros seminuevos por buenos precios, con un marcapáginas por libro, una tarjeta de agradecimiento y para rematar la faena, colaboras con una parte de tu suscripción para ayudar a una ONG que ellos te dan a elegir. Ayudas a cultivar a tu mente y a solucionar problemas del mundo, como el cáncer, la investigación para una vacuna contra el COVID o la reforestación del Amazonas. Todos salimos ganando.

Los packs de los que os hablaba anteriormente son:

-Pack Aprendiz: Un libro al mes seleccionado para ti. Envío gratis en 3 o 7 días ordinarios (es incluso más rápido) por 9,80 euros al mes.

-Pack Comelibros: Tres libros al mes seleccionados para ti o alguien más. Envío certificado en 48 horas certificado por solo 19,80 euros al mes.

-Pack leyenda: 5 libros al mes seleccionados para ti o alguien más (Solo para los más lectores) y también envío certificado en 48 horas.

Una web ágil, fácil de manejar para todos los públicos y relativamente joven creada en agosto de 2017 por dos locos amantes de los libros, Manu Sánchez y Carlos Giménez que quieren colaborar, tanto en la promoción incansable de la literatura, como en la ayuda medioambiental que causa la adquisición de libros nuevos.

A continuación os dejo su web, redes sociales y la seguridad de que vais a disfrutar de un club diferente de lectura con muchas, muchas sorpresas. Yo no lo dudaría. Entra en Libreando club y apuesta por la literatura.

https://libreando.club/blog

https://www.facebook.com/libreando/

https://www.instagram.com/libreandoclub/

Os dejo aquí mi unboxing particular sobre la experiencia vivida con Libreando Club:

https://www.instagram.com/tv/CHvM3U2CkMX/

Mi puntuación es de 8,5 sobre 10.

Reseña de El cuarto mono de J. D. Barker

Después de mucho tiempo viendo esta novela pululando por diferentes perfiles de lectores/as de Facebook, me decidí a darle una oportunidad y la sorpresa ha sido muy buena.

Esta sería la típica respuesta que todos pondríamos cuando un libro te convence, pero yo quiero ir más allá. A lo largo de los años he leído infinidad de novelas de suspense, terror, policíacas y asesinos en serie. Todas han sido muy parejas y sólo algunas han dado un giro especial a sus tramas para tirar de la curiosidad del lector. Yo mismo intento utilizar ese recurso. Lo que quiero decir con esto es es que este escritor de Illinois ha superado mis expectativas con creces, por algo en 2014 fue finalista al premio Bram Storker.

Podemos embarcarnos en lo típicos estereotipos de lectura fácil y ágil, el desgranado mental que el autor hace de cada personaje y la lucha de dos mundos que se separan por una línea muy fina, la verdadera integridad moral. El bien y el mal siempre se han provocado el uno al otro y casi siempre la verdad es la que dilucide quien tiene o no razón. Barker consigue con esta novela que el lector entienda las decisiones del asesino, pero sin dejar de recordarte que hay un capa oculta dentro del cerebro de estos seres que nos separa de ellos.

La trama se sitúa en Chicago y el protagonista es un policía llamado Sam Porter. La ciudad se ve asolada por una serie de asesinatos en serie de la mano de un loco que va entregando poco a poco en unas cajas blancas partes de los cuerpos de sus víctimas con mensajes hasta dejar finalmente sus cuerpos abandonados en sitios concretos. Empieza por una oreja, luego los ojos y finalmente los remata.

Hasta aquí, todo normal, entenderme, un asesino al uso. Sin embargo, este personaje no hace nada sin un motivo y un objetivo final que es lo que deberá averiguar Porter de la mano de su compañero Nash y el resto de su equipo. Para colmo, el criminal le deja su diario personal para que ahonde en las verdaderas razones de sus actos y así, disfrutar un poco más del juego que ha creado alrededor de sus captores.

El escritor nos va sacando y metiendo de las dos historias en cada capítulo. Tanto de la trama principal como de la lectura por parte del policía del diario. Esto hace que no se haga nada pesado y me recuerda un poco a las vidas paralelas de mi segunda novela Los pasos del fin. El sadismo en las descripciones y la ambientación de los lugares con descripciones acertadísimas hace que te metas de lleno en la historia, como si estuvieras investigando junto a Porter y los suyos.

Tiene tres giros argumentales que son la leche y que te dejan con la boca abierta. Algo que te llena de una felicidad brutal. Leer y escribir sobre ello es algo inimaginable para el común de los mortales.

No os quiero contar mucho más, solo pediros que no dejéis pasar la oportunidad de leer este libro y emplazaros a la siguiente reseña de su secuela, La quinta víctima, que leeré más adelante.

Mi puntuación es de 8 sobre 10.

Óscar Lamela Méndez

Reseña de «El samurái de Vallecas 2» El camino hacia la victoria, de Jesús Mesado Sánchez

Como he dicho a lo largo de mi extensa vida lectiva, hay libros que son necesarios para desconectar o depurar tu mente. Para mí es esencial cuando me embarco en una serie de lecturas del mismo género. Mi favorito como sabéis es la novela negra o thriller psicológico, acorde con mi forma de escribir y de los que aprendo mucho. Sin embargo, me gusta leer de todo y puedo pasar de la fantasía a la poesía o, en este caso a un tipo de literatura bastante moderna y nueva, la deportiva ficcionada.

Hoy os vengo a hablar de la segunda parte de «El samurái de Vallecas», cuya reseña dejé por aquí hace ya bastantes meses. La historia de este siguiente capítulo es muy particular y antes de centrarme en la sipnosis, me gustaría hablar del autor y que le llevó a ello.

Jesús Mesado es en esencia un trozo de pan de ser humano. Una de esas personas excepcionales y necesarias de conocer, sobre todo por el amor que le procesa a la literatura. No solo porque escriba o lea, sino por el apoyo incondicional que muestra hacia la gente que como él y como yo, somos auténticos desconocidos, pero nos puede este mundillo.

Cuando me enteré de que la presentación de este libro la iba a hacer en la ciudad deportiva del Rayo, me emocioné mucho por él. Pues el proceso de esta historia ha crecido a la par que su vinculación con el club de sus amores, el que lleva en la sangre desde pequeño.

Disfruté mucho de ese día y sobre todo, de como trató de inculcar a los jóvenes canteranos del Rayo los valores que tan bien refleja en estas dos novelas.

En esta segunda parte, y como algunos ya sabéis, Hiro empieza a madurar como futbolista y como persona. Asienta su peso en el primer equipo del Rayo Vallecano y se hace pieza fundamental para los objetivos del equipo, la permanencia en primera división. Para colmo encuentra el amor en alguien muy cercano a él, su amiga de la infancia. Esto, sumado a un suceso que prefiero no desvelar, harán que Hiro se convierta en un hombre.

Poco a poco y gracias a los consejos de sus compañeros (todos futbolista reales del Rayo Vallecano de aquella temporada 2018/2019), sus metas no solo se van cumpliendo, sino que van aumentando inexorablemente.

El lenguaje de esta novela es muy sencillo y coloquial. Catalogada como juvenil, también da un repaso general a los mayores y nos hace ver que la vida es muy dura venga de donde vengas, que la lucha no se negocia y que lo más importante es la familia y la amistad.

No me parece correcto contaros nada más de la trama, pero si os quiero destacar que Jesús deja constancia de su experiencia como aficionado y amante del fútbol al relatar partidos dentro de la novela. Parece que estás viendo un partido en directo. Ese toque lo hace muy emocionante y mezclado con el día a día de Hiro y la vida real fuera de un terreno de juego lo hace muy ameno.

Como anécdota final, deciros que al igual que le pasó en el primer libro, no pensaba hacer un segundo y después de publicar éste, ya está maquinando la tercera entrega que nos traerá nuevas sorpresas, frescas y muy actuales.

Mi más sincera enhorabuena amigo. Te deseo todos los éxitos y espero con expectación el cierre de esta trilogía… o no. ¿Quién sabe? Hiro puede dar mucho juego.

Mi nota es de 7 sobre 10.

Reseña de «El murciélago» de Jö Nesbo

Hoy va a ser ese primer día en mi vida en el que os hablaré de un libro con un hueco en blanco en mi mente a mitad del mismo. Os explico: Hace un par de meses decidí darle una oportunidad a este escritor noruego al que le sigo la pista desde su novela de «El muñeco de nieve» que se adaptó al cine y fue protagonizada por Michael Fasbender.

El caso es que iba a leer esa novela antes de ver la película y al informarme sobre el autor descubrí que, a parte de ser el antiguo componente de una banda de rock de su país, Noruega. El libro del que os hablo no era el primero sino el séptimo de una saga sobre los casos de un inspector de su mismo nacionalidad y que se hace llamar Harry Hole. Pues bien, como soy un tipejo de rigor, decidí empezar por el primero de todos ellos y por eso ahora mismo me encuentro ante vosotros soltándoos esta verborrea.

Al parecer, cada libro, cada caso, no tiene nada que ver con los anteriores y es por eso que con el paso del tiempo los iré intercalando con otras lecturas, aunque a decir verdad, si la cosa no se anima un poco más, lo dudo.

El murciélago no es una mala novela, pero si está llena de los típicos estereotipos que marcan la personalidad de un inspector de homicidio. Personalidad destructiva, incapacidad para mantener una relación estable y campeón del mundo en levantar el codo sobre una barra de bar…por su puesto con su botella de whiskey, pues el personaje lo deja claro desde el principio: todos tenemos una bebida que nos define.

A pesar de llevar muchos meses sobrio, Harry es destinado o más bien recomendado por los suyos como apoyo en Australia para investigar lo que parece ser una serie de asesinatos de mujeres, todas con el pelo rubio platino. Con la ayuda de un nativo del lugar como compañero, de características muy especiales, se adentrará en un mundo tan extraño como particular. Infectado de «tiburones emocionales» y de gente de la peor calaña.

Por supuesto, el amor no pasara de largo para este atormentado policía y será parte de la causa principal por la que retome su otra pasión, la bebida.

Sorpresas variadas, algunas que como os he dicho al principio, debían ser morrocotudas, pero como hay lagunas en mi lectura, no llegué a sentir lo que el autor quería expresar sobre la decadencia del protagonista tras los hechos acaecidos, pero al menos en parte si pude pillar esa locura repentina.

De comprensión fácil. Lenguaje directo y actual, lleno de unas pocas coletillas musicales que son inevitables en un músico como es el autor y que a mi me han molado. Por otra parte, y gracias a su documentación, he aprendido mucho del país de los canguros, sobre todo de sus zonas más sórdidas.

Sobra decir que como novela negra o thriller, le falta un poco más de ese aroma que te hace odiar el tener que dejar de leer, pero pinta que en próximo libros, la cosa mejorará. Le daré un oportunidad más adelante.

Mi puntuación es de 6’5 sobre 10.

Reseña de «El enigma de la habitación 622» de Joel Dicker

Lo ha vuelto a hacer. Tras dos intentos fallidos (y con ello no quiero decir que fueran malas historias) el que ha sido bautizado como «el niño mimado» de este género que tanto nos apasiona, ha dado con la tecla de otra historia apasionante.

Imaginaos que yo fuera un exitoso contador de historias, sin pareja, solitario y obsesionado por la escritura. Recogido y alzado por un mecenas que me saca del anonimato por su confianza en mis locuras y cuando más feliz soy, ese hombre que se convierte en mi amigo se va, muere. A partir de ahí y gracias a mi asistenta, procuro cambiar un poco mi oscuridad y decido ser valiente y enamorarme de mi vecina. Por culpa de mi pasión por la escritura la cosa no funciona y decido alejarme de todo escribiendo un nuevo libro. Este surge tras unas minis vacaciones en los alpes suizos y la curiosa desaparición o eliminación de una habitación en la planta sexta de un hermoso y lujoso hotel, la habitación 622. Ahora es la 621 bis y descubro que es consecuencia de un asesinato ocurrido hace unos años.

El libro que tenía pensado escribir en homenaje a mi amigo y editor se convierte en una novela negra en la que «conozco» a personajes nuevos. La ficción y la realidad se encuentran como cuando doblas las puntas de un pañuelo y para colmo se me ocurre una idea genial… A parte de la típica presentación de posibles sospechosos de ese asesinato para liarte la cabeza, voy y me llevo más de tres cuartas partes del libro sin revelarte lo que hacen (me incluyo) todos los autores de este género: la identidad de la víctima.

Ahí, Joel me terminó de conquistar. Una apasionante historia de amor a través de los años con la típica lucha de clases sociales. Unos personajes a cada cual más lleno de misterios, enigmáticas decisiones que te dejan trastocado y con el atractivo suficiente, no solo para enamorarte de ellos, sino para sufrir con ellos sus aventuras, desdichas y triunfos.

Giro sobre giro, bofetada tras bofetada, Dicker nos engaña y me atrevería a decir que se burla de nuestra inteligencia con el cambio brutal de la historia y la perspectiva inicial de la misma. Es por eso que al principio de esta reseña dije que me recordaba a la maestría desplegada en «La verdad sobre el caso Harry Quebert». Sin embargo, aquí no hay ni un solo personaje que sea soso o poco atrayente como lo pudo ser el alumno de Quebert. Todos tienen un fin, un propósito y todos y cada uno de ellos luchan hasta el final por conseguirlos. No solo los protagonistas son importantes, algo que me apasiona en una novela y que he tratado transmitir en mi próxima publicación «Insepulto».

He leído que el lenguaje de esta novela es simplón. Nada más lejos de la realidad, es cercano al lector y lleno en su justa medida de los matices suficientes para entender la historia y el marco en el que se cuenta.

Los traslados de una época a otra están medidos y estudiados al milímetro para no hacerte desconectar en ningún momento de la historia. No quería acabarla y sin embargo, no podía parar de leerla. Como bien se describe en la contraportada del libro, Joel no escribe, boxea contra el lector y tener por seguro que va a ganar él siempre.

No os pienso contar nada más de este maravilla, por eso la he reseñado de una forma diferente, como si yo fuera el autor…y es que sinceramente me ha dado rabia que no se me haya ocurrido una idea tan cojonuda a mí.

Solo le pido a los que sean, que hagan una película, serie o lo que sea de esta historia, porque lo merece a la misma altura que la de Harry Quebert.

Gracias Joel Dicker por hacerme disfrutar como un enano, exclamar de emoción y sorpresa, enamorarme de Lev y Anastasia, sufrir y llorar por Sol y odiar a Macaire por su tremenda mediocridad.

Siempre nos dejará el amargo adiós de un personaje…

Mi puntuación es de 9 sobre 10.