Reseña de «Bellas durmientes» de Stephen King y Owen King

No creo que sea la primera vez que me enfrento a una reseña de este calado, pero sí a la más difícil. Evidentemente, por el autor al que me remito. Sabéis que para mí, este hombre es como mi biblia y cada una de sus novelas su versículos, sin embargo en todas las familias siempre hay una oveja negra y hoy por desgracia os vengo a hablar de una.

Voy a ser dolorosamente duro y ya me conocéis, siempre sincero. Directamente a la yugular o un gancho a la mandíbula. Este es el típico libro infumable. La primera pista me la proporcionó el glosario de personajes con el que arrancaba el libro, algo que jamás he visto en las novelas de este autor y con no sé si tendrá mucho que ver con el hecho de haberla escrito a medias con su hijo.

Aquí llega la segunda parte del problema. La importancia de no saber en ciertos momentos quien es de los dos autores el que escribe un capítulo en concreto, se suma la desbordante incrustación en el cerebro del lector de una infinidad de personajes a cual más variopinto y encima con una similitud en los nombres y más extraños que llamar a tu hijo Judas, por no decir otra cosa.

Cuando llevaba más de la mitad de la lectura de un libro de más de setecientas páginas a las que le sobraba la mitad (parece que cada uno ha escrito su propio libro), fue cuando me quedé con algunos de los nombres principales y le encontré un poco de sentido a la trama.

¿La historia? Pues que queréis que os diga, es original hasta cierto punto, pero termina yéndose por unos derroteros fantásticos demasiado raros. Os dejo mi pequeña sipnosis de la misma.

Una ciudad no muy grande, llamada Dooling en la que casi todos se conocen. Todo comienza con la aparición de una extraña mujer que asesina a dos traficantes y al ser capturada, las cosas empiezan a cambiar. ¿De qué manera? Todas las mujeres, incluidas las del resto del mundo, una vez que se duermen no vuelven a despertar y se quedan metidas dentro de una crisálida como una oruga y futura mariposa. Pobre de aquel que intente sacarlas de sus pupas, pues el ser que sale de ellas no es el mismo…no os digo más.

Esto lleva por supuesto a un cambio radical en los pensamientos de los diferentes hombres del pueblo hasta que poco a poco van cayendo todas las mujeres. Los protagonistas son Lila Norcross, la jefa del departamento de policía y su marido Clinton Norcross, psiquiatra del Centro Penitenciario de mujeres. Os podéis hacer una idea del papel que ambos toman en esta historia y como deben lidiar con la gente, sobre todo cuando ella cae definitivamente en ese sueño profundo. La clave radica en esa mujer misteriosa que se hace llamar Eve Black y tiene la capacidad de conocer a todos y cada uno de los habitantes de Dooling, incluso sus secretos más ocultos.

Todo cambia cuando se crean dos bandos. Los que quieren acabar con esa extraña mujer y tienen la teoría de que con su muerte las mujeres volverían a despertar y los que creen que la supervivencia de dicha mujer es la llave para que todo vuelva a la normalidad.

Hay varias fumadas muy al estilo de King. Algunas sobresalientes, otras demasiado caóticas y poco creíbles por un final que te deja un poco vacío.

La lectura ha sido demasiado tediosa. No solo por los personajes y las subtramas de cada uno de ellos, sino por la carencia de un verdadero referente maléfico al que odiar y convertir en tu enemigo número uno. Hay algunos, pero les falta mucho carisma. Para que un libro de King o de cualquiera me dure dos meses, es que tiene que ser aburrido de pelotas.

Menos mal que fue un regalo, pues si me gasto el dinero en este tocho, me acuerdo del de Maine para los restos. He sido cabezota y me lo he terminado, pero se de gente que lo ha dejado a medias. Yo personalmente no os lo recomiendo, e insisto, me duele en el alma siendo quien es el autor. Me da la sensación que este es un libro con el que quería cumplir con el sueño de su hijo de escribir con él y les ha salido el tiro por la culata. A Owen le queda muy lejos aún el talento natural que por ejemplo tiene su hermano Joe Hill, que personalmente me parece un digno sucesor de su padre. No puedo añadir nada bueno, lo siento.

Mi puntuación de 4,5 sobre 10.

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