Reseña de «Ofrenda a la tormenta» de Dolores Redondo
Serán los años de lectura, será que humildemente escribo y trato de darle al cerebro las suficientes patadas para que espabile y no deje a mis lectores que me cojan, pero sin tratar de hacer ningún espoiler sobre el cierre de esta trilogía, os puedo afirmar que la escritora vasca no me ha sorprendido con el final. Es más, lo veía venir desde la segunda parte. Será por eso, que la primera historia, nos ha encandilado a todos desde su lectura e incluso a los que no la han leído y han tenido la oportunidad de ver la película.

No voy a negar el hecho de que no me ha aburrido, me he entretenido bastante, de hecho, solo ciertas muertes han sido las únicas sorpresas inesperadas que me he llevado durante la lectura. Que llegado el final, terminas de comprender. Además, es de agradecer que el cierre haya sido completo y bien explicado, aunque me chirrían las novelas que apuran hasta las últimas diez páginas para rematar la faena…. Qué queréis que os diga, soy más de unos buenos «preliminares».
Como ya sabéis, mis reseñas son un poco particulares y casi siempre hago una pequeña introducción con mi opinión y luego cuento un poco la sipnosis a mi manera. No sé si es lo correcto, pero yo «funciono así» (frase que copié de un querido amigo).
Bueno, en esta tercera historia de la saga del Baztán, la inspectora de la policía Foral se encuentra con un nuevo caso, la muerte de un bebé en extrañas circunstancias. Como todos podemos suponer, nada es lo que parece y el hilo de unión con el resto de tramas estará patente y la escritora lo resuelve con buena nota.
Amaia se mueve entre dos nuevas encrucijadas. La sensación de que su madre, aún sigue siendo una amenaza y el incontrolable deseo que le quema el alma por el joven y atractivo juez Markina.
Esta última relación, es la que definitivamente me ayudó a decantarme por cogerle cierto «asquito» a la protagonista y mandar por tierra toda esa pena y comprensión por sus actitudes hacia los demás a cuenta de su traumático pasado. Como dice un buen amigo: Te es imposible empatizar con esta mujer. Llena de inseguridades a pesar de su indiscutible inteligencia para desarrollar su trabajo con eficacia, pero siendo un verdadero desastre en su relaciones personales.
Su dejadez maternal y marital por la obsesión por su trabajo, se me hizo bola en la garganta y me sumió, a veces, en unas ganas incontrolables por darle un bofetón…en serio.
Como os dije antes, las sorpresas me las he llevado por ciertas muertes, que lógicamente no oso voy a desvelar, pero si os diré que una en particular me jodió muchísimo y me hizo odiar a la escritora. Punto a su favor.
Hay redenciones muy significativas durante la historia por parte de algunos personajes y el encuentro con la verdad de cada uno de ellos, revelada en el momento justo. Ideal para cerrar tramas y ciertos capítulos.
Bien documentada. La historia de ciertos lugares y personajes de leyendas de la zona, dan ese toque especial a la trama. Fiel a sus predecesoras y por supuesto necesarias para disfrutar más de ella a pesar de la rudeza y la oscuridad que rodea en general a esta trilogía, pero debemos recordar que es una novela negra y no La casa de la pradera.
Sin embargo, y por poner un único pero, la elaboración del conjunto de tramas es demasiado previsible y resta emoción e incertidumbre como la atmósfera creada en «El guardián invisible». Sin el olvidar el cansino empiece de casi todos los capítulos con la dichosa e interminable lluvia. Aún así, y vuelvo a insistir, el cierre de la trilogía es muy válido y conclusivo.
Mi puntuación es de 7 sobre 10 y creo que a alguno/a le parecerá demasiado generoso.
Óscar Lamela Méndez