Reseña de Astillas en la piel de César Pérez Gellida
A veces, sin comerlo ni beberlo, llegan lecturas improvisadas. Te vas de viaje y cargas la maleta de tus horas entre hojas en las pocas ocasiones que los niños te dejan leer, pero estas vacaciones han sido propicias y como tenía lecturas avanzadas, me he quedado sin reservas y he tenido que ir a por más veneno para el cuerpo. Y así es como ha surgido esta nueva reseña que hoy os traigo. Tres cómics y este libro del autor vallisoletano César Pérez Gellida han sido el resumen de este parón laboral siempre necesario.
Astillas en la piel, una novela de la que se ha hablado mucho desde que salió en 2021 y que ya lleva más de 300000 copias vendidas y siempre suscitaba curiosidad en mí. No me muevo por las típicas novedades que todos leen, aunque tenga mis autores de cabecera a los que nunca les fallo, pero algo me decía que Gellida no me iba a defraudar y sinceramente, así ha sido.
Esta no es una novela de las que marcan época, sin embargo, tiene los elementos típicos que hacen disfrutar de largos ratos de lectura en los que el tiempo pasa volando. Una prosa cuidada, con arranques en cada capítulo muy estilizados y un ritmo que va subiendo y bajando continuamente, bajo mi humilde opinión. Antes de hablar del libro, quisiera destacar algún aspecto significativo que me ha chirriado en ocasiones y es el hecho de dotar a ciertos personajes de una sabiduría que no concuerda con su personalidad. Meter datos históricos o intelectuales en ciertos momentos, hacia que se notara mucho el calzador literario. Pero es un apunte que no echa para atrás, nada de lo bueno que tiene esta historia.
Arrancamos esta historia de la mejor manera con la que se puede empezar una novela negra. Un asesinato contado en primera persona por un personaje clave en la trama y que no se desvela hasta el final de una forma magistral. Esos giros tan necesarios en este género.
Seguimos con una llamada entre viejos amigos, los protagonistas de esta historia. Mateo, autor de crucigramas, pide ayuda a su amigo Álvaro, escritor famoso de Best sellers, que venga al antiguo pueblo donde se criaron, Urureña. No quiere decirle para que y ese misterio, será el que desencadene en apenas unos días, todo lo que se desarrolla durante 440 páginas en esta edición de bolsillo con la que me hice.
Ambos reviven tras la llegada del autor, la época del internado en el que convivían con el resto de los compañeros y profesores. Aparecen los típicos abusones que te hacen la vida imposible, los viejos amores y sobre todo, la trama principal que hace que esta historia te haga navegar por un sinfín de sensaciones y sentimientos, bastantes amargos.
A través de flash back en los que ambos personajes, van tomando las riendas de cada capítulo, salteados por la investigación de unos policías que investigan, tanto el asesinato del principio de la historia, como el que ocurrirá en el futuro, hace que la lectura no se haga nada pesada y te mantenga con la intriga.
Ya os digo, las notas históricas son muy enriquecedoras, pero alguna colea. La ambientación es perfecta, ningún pero y el desarrollo de los personajes es muy bueno. Gellida consigue que empatices con ellos a través de sus traumas y vivencias, sin saber en ningún instante por cual de ellos decantarte, hasta el final…supongo.
No os quiero destripar más esta historia. Merece la pena leerla. Tiene todas las connotaciones necesarias para dar cuerpo al género. Sangre, mentes despiadadas, abusos de todo tipo, recuerdos duros y una amistad que marca.
Hay astillas en la piel que a veces es mejor no sacarlas, aunque os resulte extraño. Lo entenderéis si leéis este libro. No os puedo decir mucho más. Si os gusta el género, merece la pena y si no habéis leído (como yo) a este autor, es una buena toma de contacto, ya que tiene sus correspondientes secuelas con Nos crecen los enanos y La suerte del enano, que en un futuro me leeré, por supuesto.
Mi puntuación es de 7’5 sobre 10.