Reseña de Aquí vive el horror de Jay Anson
Comentar, reseñar o simplemente dar tu opinión sobre un libro de terror, siempre tiene su aquel. Digamos que tu impresión al respecto puede ser total e inequívocamente subjetiva. Pero…¿y si hablamos de un caso real? La cosa creo que cambia en muchos aspectos. Lees y sientes el libro de diferente manera. Eso es lo que me ha pasado al disfrutar de uno de los clásicos del género de la mano del autor neoyorquino Jay Anson.
Aquí vive el horror, es mucho más que un libro basado en hechos reales. Acaecidos en la famosa casa de Amityville y después del asesinato de la familia De feo, solo un año antes y a manos de su hijo mayor Ronald. Anson nos cuenta como una familia va a vivir a esa casa tan solo un año después (1975) y los hechos inexplicables que a posteriori, allí acontecen. Fue llevado al cine en varias ocasiones. Yo en particular, vi la versión de 2005 de protagonizada por Ryan Reynolds.
El 13 de noviembre de 1974, a las 3: 30 de la madrugada, en el 112 de Ocean Avenue de Amityville (EE.UU), Ronald De Feo, asesinó a sangre fría con una escopeta de caza a sus padres y cuatro hermanos, los cuales durmió con somníferos durante la cena para poder ejecutarlos con total tranquilidad. Los datos escabrosos me los ahorro y los podéis buscar por vuestra cuenta. Como os decía, solo un año después, esta casa consiguió ser vendida a la familia Lutz. Y digo esto, porque a pesar del bajo coste de la vivienda debido a los trágicos hechos allí perpetrados, nadie la quería. El único heredero de la familia De Feo, era el propio Ronald, y eso dio pie a que él junto a su abogado, trazaran un plan tras su famosa declaración en la que admitió que mató a su familia porque una voz se lo dijo y es aquí donde este libro de 1977, cobra una polémica importante hasta ser denunciado por fraude.
Habladurías o especulaciones a parte, en este libro se habla de todo lo que pasó una familia cotidiana, en un lugar como aquel. George y Kathy Lutz, junto a sus tres hijos (no biológicos del cabeza de familia) y su perro Harry, estaban dispuestos a vivir el sueño americano en una mansión de tres pisos e incluso con embarcadero. Desde el primer instante fue imposible.
Al igual que en mi reseña audiovisual, prefiero omitir todos los detalles escabrosos, sobrenaturales e inexplicables que Anson relata en este libro y permitiros el «disfrutar» de una experiencia inmersiva en la que el autor americano nos relata, con fiera exactitud, todo lo que pasó esa familia y que trasladó directamente gracias a las cintas magnetofónicas que los Lutz grabaron y entrevistas posteriores.
Otro de los personajes principales de esta historia en la que Anson cambió a propósito su nombre y no se supo más de él, es del cura que bendijo la casa por primera vez, Padre Frank Mancuso en el libro y en la vida real, Padre Pecoraro. Durante los acontecimientos vividos por esa familia y según siempre el escritor y los Lutz, el padre sufrió en la distancia diferentes efectos en sus propias carnes cada vez que contactaba con ellos. Este, es otro aliciente que en las películas se reflejó y tan duramente relató el autor.
Fue tal la desesperación de los Lutz, que acudieron a expertos parapsicólogos y mediums para averiguar que demonios pasaba allí…y nunca mejor dicho. Hasta el famoso matrimonio de los Warren, fueron testigos de las sensaciones que dejaba aquella casa solo al entrar en ella.
No sé si todo esto es sugestión, lo único que tengo claro es que yo no pisaría esa casa ni aunque me pagaran. Cada vez que miro una foto de ese lugar, el mal rollo que me entra por el cuerpo es supino. Es el personaje principal y cada una de las habitaciones y lugares que se describen en esta obra, transmiten muy bien, incluso con olores, la negrura que posee esos cimientos. Que por otra parte, las familias que posteriormente vivieron allí, no sufrieron. De ahí la polémica con el autor, los Lutz y Ronald De Feo.
La cuestión es que tras 28 días en ella, salieron escopetados de allí incluso dejando todas sus posesiones. Por mucho que hubieran pactado algo con el asesino, al que le cayeron seis perpetuas seguidas y murió en 2021 sin conseguir salir de la cárcel, no hubieran dejado todo una noche y sin mirar atrás.
¿Qué hubieras hecho tú? Creo que esa es la pregunta que Jay Anson no te formula abiertamente al final del libro, pero que tus sensaciones casi te obligan a comentar.
El libro actualmente es bastante complicado de encontrar y si lo haces, te pueden soplar un gran pico. Yo por suerte lo encontré de rebote y gracias a mi cuñado, en una librería de viejo que hay en Cádiz y que siempre piso cuando bajo.
En conclusión, 208 páginas que te dejarán un poso amargo y un mal rollo en el cuerpo que no te lo quita ni dos duchas seguidas. No apto para gente impresionable.
Mi puntuación de 8 sobre 10.