Ahora que el calor se ha ido y, en lugar de usar los pañuelos para secar el sudor, los usamos para secarnos los mocos, he de decir que me sorprende que aún existan árboles en pie, para abastecer al ser humano y la cantidad de secreciones corporales que este puede expulsar por su cuerpo.
Pues aquí me encuentro, con la nariz pelada y los ojos vidriosos, dispuesta a comentar mi punto de vista, sobre el fabuloso ejemplar que me ha acompañado en estos días, de mantita cama y tos. La editorial Dibbuks me envió la cuarta edición de un ejemplar perfecto para los amantes de la ciencia ficción y la crítica social. Desde que mis ojos se posaron en las primeras páginas, y mis manos guiaban el ritmo de la lectura, me fue imposible parar, ya que estaba completamente absorta en su trama y sus angustiosas ilustraciones.
Hoy os traigo:
Shangril-la
Portada de la novela gráfica
SINOPSIS:
En un futuro muy lejano y post-apocalíptico donde la Tierra ya no es habitable, un pequeño grupo de supervivientes viven en una estación espacial sometidos a la hegemonía de una multinacional que ha logrado imponer el consumismo entre los ciudadanos.
A simple vista parece que estamos ante una “sociedad perfecta” donde nadie se hace preguntas y todos están satisfechos con el devenir de su vida. Pero la realidad es bien distinta: los humanos no aceptan a la nueva especie de animales humanizados (animoides). Los científicos quieren empujar sus límites y convertirse en dioses creando vida de la nada a partir de la antimateria y un grupo rebelde romperá la paz instaurada con manifestaciones y panfletos.
FICHA TÉCNICA:
- Editorial: Dibbuks
- Número de páginas: 224
- Encuadernación: Tapa Dura
- Idioma: español
- Autor: Mathieu Bablet
- ISBN: 978-84-15507-81-8
- Fecha lanzamiento: N.º 4 edición (18 septiembre 2017)
- Dimensiones: 24x 3.6 x 32 cm
RESEÑA:
Estamos ante la primera obra como autor del francés M. Bablet. Si bien su primera publicación fue con Ankama Editions por el 2016, ahora la magnífica editorial Dibbuks, nos presenta un precioso tomo de tapa dura, ideal para fardar de cómic en el mundo del coleccionismo.
La historia transcurre en un futuro post-apocalíptico, donde la tierra ya no es habitable para el ser humano, y los supervivientes viven en la estación espacial Shangri-la.
Estación Sangri-la
En un principio, el conjunto de los individuos que allí habitan puede parecer una sociedad equilibrada, donde las personas conviven y aparentemente son felices con la protección que les brinda dicha estación. Pero nada más lejos de la realidad, ya que están sometidos a la dictadura de la empresa multinacional TianZhu, que tiene como base el control absoluto, mediante el consumismo extremo. Por ello, las personas viven en un entorno donde nadie piensa, no hacen preguntas, trabajan para comprar, y viven para consumir.
Conoceremos a Scott, que trabaja para la compañía como investigador de anomalías de antimateria. En una de tantas incursiones al espacio, pronto descubrirá una serie de agujeros salidos de la nada, que intentará solucionar sin éxito y esto le llevará a comprender que algo muy turbio se esconde tras los experimentos de la corporación espacial ThianZhu. A la trama se le une Virgilio, el hermano de Scott, con el que mantiene una relación bastante distante y fría, al tener puntos de vista muy opuestos, sobre la hegemonía de la estación.
Con todas estas presiones, era de esperar que surgiera algún tipo de sublevación en Shangri-la, y esta rebelión será dirigida por Mister Sunshine, encargado de dar voz a la resistencia a la que pertenece el hermano de Scott, y la mayor parte de los amigos de este.
A todo ello habrá que añadirle el juego incansable de ser dios de los científicos de la compañía, que no contentos con ya haber creado animoides (una nueva especie de animales humanizados), ahora quieren crear vida de la nada a partir de la antimateria. Si ya no estaba bien visto por los humanos, la convivencia con los animoides, esta última creación a muchos de ellos les parece aberrante y contra natura, por lo que el ambiente en la estación, se volverá mucho más caótica, dando lugar a manifestaciones y reyertas.
Este cómic de atmosfera asfixiante te revolverá la conciencia, ya que trata temas tan tristemente comunes como el capitalismo inhumano, la explotación, el racismo camuflado con los personajes animoides que comenté anteriormente, la despreocupación por el medio ambiente y un largo etcétera, que te hará sentir que el ser humano pase los años que pasen, sigue siendo exactamente igual de egoísta y destructor.
Puedes sentir empatía por Scott, que abre los ojos ante una verdad que no quería ver. Por su hermano Virgilio, que lucha por la causa desesperado por salir de esa espiral de consumismo. O por el animoide Jhon, uno de los personajes por el que más amor sentí, ya que sufre en su piel las vejaciones constantes de sus compañeros, siendo consiente de ser el eslabón más débil de Sahngi-la.
Los personajes son sólidos, aunque al principio cuesta ubicarlos, ya que, si bien los animoides están cargados de personalidad, los humanos tienes facciones muy similares. Aun así, no puedo poner ni un pero a esta obra maestra que me ha enamorado de principio a fin. Ojalá algún día la lleven al cine, ya que sería un gustazo poder verla en una inmensa pantalla.
Tanto por la narrativa, el diseño o su composición gráfica, esta obra es una autentica maravilla.
La paleta de colores sepias, amarillentos y anaranjadas, para los interiores de la estación recargada de detalles, consigue a la perfección transmitir ese aura de desasosiego y claustrofobia, en contrapuesto con los exteriores, donde las tonalidades del espacio trasladan a un lugar de calma y paz.
Bablet ha puesto el listón muy alto, y demuestra una vez más que, a pesar de ser un autor novel, cuando se es bueno en lo que se hace, tarde o temprano llega tu momento.
Deseando de ver nuevos trabajos del autor, y esperando que sea la editorial Dibbuks quien los publique, puesto que editoriales como esta, son las que sacan el máximo partido de los artistas que se abren camino.
SOBRE El AUTOR:
Dibujante formado en la ENAAI de Grenoble y ligado en su trayectoria profesional al sello Ankama, en el que destacó ya con su primera obra Shangri-La. Luego ha dibujado en Adrastea, La Belle mort y Doggybags, entre otros títulos.
El autor, Mathieu Bablet
Fuentes: Tebeosfera, Dibbuks
María Pizarro
