Reseña de Momo de Michael Ende

Una historia juvenil, de aquellas que no suelo leer, pero de esas clásicas que debes de hacer al menos una vez en la vida, sí o sí, como El principito. Una lección de vida para toda aquella mente adulta que lo lee con la madurez que creemos poseer y un cuento lleno de fantasía y aventuras para los niños.

Michael Ende junto a su obra

Este libro lo encontré de casualidad en la estantería que mi mujer tenía en su antigua habitación en casa de mi suegra. Había oído hablar tanto de él, que la oportunidad era perfecta para hacerme con él.

Momo, subtitulada como Los hombres de gris, es la historia de una niña huérfana cuya popularidad es bastante grande entre los que la rodean o conoce y que posee uno de los poderes más bonitos que un niño tiene, hacer disfrutar a sus amigos de cada uno de los segundos que la vida les otorga y la capacidad de utilizar su imaginación para viajar a través de miles de mundos.

Y aquí es donde entra en juego el mal. Reflejado en esos hombres de gris, unos seres que cobran vida por y para consumir bajo su control, el tiempo de cada uno de los seres humanos de este planeta. Una clara alegoría a la sociedad que nos manipula hoy día y trata de controlar nuestra vida en todos los aspectos necesarios para ser libres.

Sí, la novela se publicó en 1973, eso te enseña que el auténtico terror es imperturbable a lo largo de los años, como también reflejó en su época George Orwell en su obra maestra 1984. Da que pensar ¿no?

Bajo la piel de una inocente niña, Ende nos muestra la pérdida de todas aquellas personas que te importan por el simple hecho de aprovechar cada segundo que cae sobre nuestros hombros sin llegar a disfrutar de las pequeñas cosas que el mundo y los tuyos pueden darte.

La liturgia fantástica con la que el autor nos camufla este mensaje, es sencillamente espectacular. Con la ayuda en un principio de sus amigos Gigi y Beppo (hasta que son seducidos por los hombres de gris) y después con la otorgada por la singular tortuga Casiopea y el Maestro Hora, Momo salvará al mundo de la extinción del tiempo y nos enseñará los verdaderos valores que nadie debe perder. La amistad y el verdadero valor del tiempo.

Momo junto a la tortuga Casiopea

Debo decir que en ciertas ocasiones el ritmo se me ha hecho un poco lento y me he perdido en alguna que otra ocasión. Sin embargo, es esencial leer este libro con los ojos de ese pequeñajo que todos tenemos dentro, sin dejar de lado el pensamiento crítico de un adulto. La necesidad de no perder la ilusión en lo que hacemos y darle valor a todos y cada uno de los segundos que nos regala la vida, son esenciales para disfrutar de este viaje. Crear, pensar, cuestionar, ser agradecido y disfrutar del placer de la contemplación son tesoros que no valoramos lo suficiente en el día a día.

Lectura rápida, que se ha estirado algo más por mi compaginación comiquera. 255 páginas con alguna que otra ilustración significativa y que investigaré cualquiera de las adaptaciones cinematográficas que existan, que seguramente sean animadas.

Momo contra Los hombres grises

No puedo destacar mucho más de esta novela. Recomendable, no sé si llegaría a catalogarla como imprescindible.

Mi puntuación es de 7’5 sobre 10.

  4Comments

  1. Cristina   •  

    Es de mis libros favoritos, por su mensaje y por la ternura de los personajes y de la forma que te va conquistando la historia. Además, siempre estaré enamorada de la forma en que Ende usa el lenguaje.

    Tienes una adaptación no animada italo-alemana que si bien no ha envejecido demasiado bien es muy fiel a la obra. ☺️

  2. Paloma Cabañas   •  

    Hola, lo lei hace mucho tiempo y me gusto mucho. Gracias por compartir.

  3. Marta   •  

    Momo es uno de los libros que más me impactó en la infancia, al igual que La Historia Interminable, del mismo autor. Admiraba a esa niña que aparentemente no tenía nada, pero que tenía lo más importante, una capacidad increíble para conectar con cualquier ser vivo y transmitir auténtica magia. De hecho, si algún día no conseguía sentir pasión por algo, decía que me había convertido en un horrible hombre de gris. Las cosas de la adolescencia.

  4. Anónimo   •  

    Momo lo leí con 25 años porque me lo recomendó un compañero; había leido la Historia Interminable y me gustó asi que me animé con Momo y me encantó. De hecho lo he recomendado y regalado en varias ocasiones. Si alguien no lo ha leido le animo a hacerlo.

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