Reseña de «La droga más dura» de Anny Peterson

En esta vida hay que ser valiente y algunos dicen que hay que atreverse con todo. Algunos sabéis de mi sincera animadversión por la literatura romántica/erótica y sí, gran parte de culpa la tiene el innombrable Grey. Sin embargo, hay personas que no solo merecen una oportunidad por su calidad literaria, sino también por su amor por este género y su lucha constante contracorriente hacia los estereotipos marcados por los más conservadores de la literatura en sí.

Hoy os traigo mi primera incursión en este género y no os voy a engañar, mucho menos si hablo de una, ante todo, amiga. Me da igual ese hecho, pues voy a valorar con sinceridad lo que me ha parecido «La droga más dura» de la escritora Ana Pérez (Anny Peterson o también conocida en las redes como Lady Fucsia). Esta novela es, básicamente, la forma más fidedigna de plasmar una historia en papel y parecer que no estás leyendo, si no viendo realmente una película. He alucinado literalmente con los personajes y la capacidad que tiene la escritora de hacerte ver a cada uno de ellos, como parte de tu  vida desde siempre, como si fueran tus vecinos.

Para mí, particularmente, esta novela romántica trata con tanta veracidad la piedra angular que mueve a los seres humanos en las relaciones humanas como nadie y la palabra a la que me refiero es: La cobardía. Seis personajes, relacionados entre ellos a través de la amistad y el trabajo, concretamente una agencia de modelos y unidos sin remedio por el amor y sobre todo por esa red invisible llamada temor o cobardía a amar y ser amado. Si esto lo aderezamos con una trama tejida entre ellos, por culpa de unas misteriosas violaciones y ese fuego interno que todos procesan por sus correspondientes «Amores platónicos», la diversión está asegurada, porque sí, también hay muchas risas y situaciones cómicas.

Debo puntualizar dos cosas que me han parecido muy originales: que todos los capítulos de la novela tienen el título de una película (característica y afición personal de la autora de la que ha impregnado a uno de los personajes, que podemos catalogar como el protagonista) y el segundo hecho, está relacionado con ese personaje en sí, pues es el único que cuenta su historia en primera persona. Ella es Naia, sí, con «i» latina, no con «y» griega como mi hija. Una mujer muy fuerte y segura de sí misma en la vida laboral, pero todo lo contrario en sus relaciones personales, básicamente, como todos los demás personajes de esta novela.

No puedo obviar el hecho de que esta no es una sola historia, pues se me ha olvidado contaros el detalle principal y también original, «La droga más dura» es una bilogía, no una típica trilogía. Como la misma autora nos deja entrever, la primera parte la deja justo en el nudo de todo el barullo emocional que monta alrededor de los personajes y nos deja con «el mono», con ganas de seguir consumiendo «La droga más dura»  que no es otra que el amor y todos sus múltiples recovecos emocionales y por supuesto sexuales.

Al ser una novela de este género, el sexo se presenta tan cual, sin tapujos y con un lenguaje directo, pero que para mí no es soez. Porque las relaciones amorosas son así y Ana Pérez consigue con su lenguaje, no solo emocionarnos, sino también excitarnos. Sí, os lo voy a confesar, he tenido varias erecciones y no solo con las escenas heterosexuales. Para mí, eso dice mucho de la autora y su forma de convencer al lector.

Si debo poner un pero a esta primera parte, es que me hubiera gustado que se alargara un poco más el misterio alrededor de la investigación del caso de las violaciones, pero eso ya es cosa mía y mi sangre de novelista negro. Aún así  para ser mi primera incursión en este mundo en el que triunfan tantas  escritoras, debo decir que me lo he pasado muy bien con «La droga más dura», que la recomiendo a todo aquel o aquella que consuma este género y por supuesto despedirme dándole las mil y una gracias a Ana por descubrirme este mundo y felicitarle por su ENORME trabajo.

De aqui a nada, cerraré esta historia con la reseña de la segunda parte y exigo que las productoras de cine me pongan caras a Naia, Axel, Jorge, César y sobre todo a mis dos personajes favoritos, Leo y Zoe.

Muchísimas felicidades, Ana, o como yo le suelo llamar: Lady. 

Mi valoración es de un 8 sobre 10

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