Reseña de «Los renglones torcidos de Dios»

Hace ya más de un mes que me leí esta novela. Lo sé, llego un poco tarde a esta reflexión sobre su lectura, pero gracias a los dioses, la imperecedera virtud que se esconde tras unas hojas de papel y el eminente estreno de la versión cinematográfica de la misma, por fin me he decidido a zambullirme de lleno en la maestría de Torcuato Luca de Tena y dejarme llevar sobre todo por la imponente personalidad e inteligencia de un personaje que me ha marcado bastante. Alice Gould es algo más que el personaje principal de esta historia.

Antes de empezar con mi opinión, debo destacar inexorablemente el impactante prólogo que nos regala el psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera. En el nos cuenta como el autor madrileño le insistió hasta la saciedad para que bajo su voluntad, sus huesos fueran a parar a un centro psiquiátrico durante dieciocho días y así poder estudiar de cerca y vivir en primera persona, todo lo que acontece en el día a día de un lugar como ese y los pacientes que los habitan. Solo así fue posible que se creara una de las novelas que más ha dado que hablar a pesar de sus cuarenta y tres años de vida.

Nos trasladamos al Madrid de los 80, concretamente a un manicomio ficticio en el que ingresa nuestra protagonista <<voluntariamente>> para, según dice ella, investigar la muerte del hijo de un médico dentro de ese edificio. Sin embargo (e aquí lo más curioso), Alice tiene la capacidad de contradecirse así misma descaradamente y a la vez, crear una confusión constante tanto a los personajes que va conociendo, como incluso al lector. Ya que nos cuenta que fue su marido el que la ingreso en contra de su voluntad y los responsables de centro cuentan que la mujer intentó envenenar en más de una ocasión a su marido.

La veracidad o delirios de esta mujer, se verán enfrentados y entrelazados con la trama de la investigación como supuesta detective y contra el antagonista de esta historia que es Samuel Alvar, el director del centro mental. La desmesurada sapiencia y su acidez en ciertos comentarios, hacen que caigas rendido a los pies de Alice y ello le servirá para hacerse con una gran parte de aliados dentro del lugar. Sus diálogos son brutales.

La prosa de Torcuato roza la excelencia y por mucho que algunos digan que se demora en el avance de la trama con las típicas hojas de paja, para mí es un disfrute especial. La definición marcada y a veces estereotipada de ciertos personajes secundarios, hacen que la trama se refuerce y conozcas ciertas enfermedades de las que nunca has oído hablar y que te dejan impactado. Por suopuesto, no voy a poner ningún ejemplo. No seré yo el que os joda el libro.

Las descripciones son detalladas y a la vez poco pesadas de seguir, pues la ambientación que crea el autor es impecable. Algunos ya sabéis que me apasionuvgyjja que un escritor nos meta en las escenas con unas cuantas palabras que describan el lugar. Yo me he sentido en todo momento dentro del Hospital Psiquiátrico de Nuestra Señora de la Fuentecilla. Los enfermos mentales son tan variopintos como impactantes; todos y cada uno de ellos son importantes dentro de la trama y salpimentan en su justa medida el mundo que rodea a Alice durante la investigación. La documentación del autor sobre cada uno de los trastornos y enfermedades de los pacientes, además de la jerarquía de un centro de esas características, queda totalmente comprobada con el paso de las páginas.

¿Pegas? Pocas, pero si que es verdad que es una novela para no estirarla mucho, pues en alguna ocasión puedes perderte. No por la complejidad, si no más bien por la necesidad de memorizar a tanto personaje diferente. El final es la otra pega que pondría a esta historia que tanta gente a catalogado, a mi juicio erróneamente, como una versión <<antigua>> de Shutter Island de Martin Scorsese… y eso que se escribió treinta y un años antes. Aunque debo de reconocer que el giro final de la película no me lo esperaba tanto como el de esta novela.

En términos generales la he disfrutado mucho y estoy ansioso porque llegue el próximo 6 de octubre para ir a verla al cine y comprobar si Oriol Paulo a respetado el libro y sobre todo, las actuaciones de la bellísima Bárbara Lennie como Alice Gould y el grandioso actor Eduard Fernández como el asqueroso Samuel Alvar… se nota mi amor por este personaje. No quiero olvidarme de recordaros que también existe una versión mexicana de esta film de los años 80 y que poca gente creo que haya visto.

Cartel de la película

Os la recomiendo. No es que sea para mí una de las mejores novelas que haya leído en mi vida, pero sí que os puedo asegurar que es uno de los mejores referentes para empaparse de todo lo que rodea al mundo de las enfermedades mentales y empatizar con estas personas que las padecen.

Mi puntuación es de 8 sobre 10.

  1 Comentario

  1. Nuria   •  

    Fantástica reseña de un libro muy especial para mí.

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