Reseña de «El mensaje de Pandora» de Javier Sierra
Los que ya sois habituales en esta sección de esta web y sobre todo, los que me seguís desde hace un tiempo, sabéis de mi devoción por este escritor y periodista del misterio de toda la vida. Hace unos años tuve el placer de estrechar su mano y llevarme firmado su premio planeta y hoy os traigo el último libro de este turolense, culpable en parte del nacimiento de la que fue mi segunda novela.
Antes he dicho libro, pero realmente yo no lo catalogaría como tal. «El mensaje de Pandora» es una misiva que no solo va dirigida a la sobrina de la protagonista, es un mensaje explícito a todas y cada una de las personas que durante estos dos años hemos padecido este nuevo virus que nos asola, directa o indirectamente.
No consiste en una concienciasión en sí, es más bien un viaje del personaje principal por todos esos mundos que de alguna manera u otra han podido influir para llegar al momento en el que hoy nos encontramos. Como epidemias pasadas, diferentes teorías de como este virus ha llegado a planear por todo el planeta e incluso alguna de ellas muy interesante, como el concepto de la panspermia pero extrapolado a este caso en concreto. A los chinos desde luego les hubiera venido de lujo echarle la culpa a los extraterrestres.
A través de las enseñanzas de esta mujer que intenta transmitir sus conocimientos a su sobrina Arys para que las nuevas generaciones no comentan los mismos delitos que sus ancestros, (cosa imposible a mi modo de ver, porque el ser humano es pura y sencillamente cíclico) descubrimos mundos tan apasionantes como la que se considera la primera ciudad de culto religioso del mundo, Gobleki Tepe, en Turquía e infinidad de lecciones sobre diferentes pensamientos culturales y tradiciones concretas. Al ser solo una carta, los personajes escasean, pero el tercero que aparece en discordia, llena esta historia de luz. Hablamos de Asumpta, una mujer mayor que en uno de los viajes de la pareja tía y sobrina, se cruza de improvisto en un pueblo muy particular de Cataluña.
Evidentemente, el resto voy a obviarlo, pues en apenas 185 páginas se puede contar mucho más sin decir más de lo debido. Evidentemente, se lee muy rápido. Yo me lo leí en tres días por alargarlo, pero en una tarde puedes acabar con él, pues también tiene unas ilustraciones con un mensaje por detrás muy interesante y relevante para lo que se cuenta durante la carta.
Un libro diferente, algo que salió de la mente del escritor durante el confinamiento y que dio forma a sus pensamientos a través de esta epístola en papel. Algo que ya poco se usa, pero que los de nuestra generación siempre hemos valorado como un tesoro incalculable.
Yo lo recomiendo, siempre que seas de esas personas que de vez en cuando le gusta desintoxicarse de tramas trepidantes y reflexionar un poco sobre el mundo que nos rodea y las posibilidades que aun nos quedan por mejorarlo.
Mi puntuación es de 7.