Reseña de «La ciudad oscura» de Jesús Relinque
A lo largo de los años y tras ser un inexperto en el mundo de las reseñas, contador de historias y adicto a la lectura, nunca me había encontrado con un caso tan curioso alrededor del mundo de las sagas.
Normalmente, una precuela siempre se escribe al final de una saga, para intentar estirar el chicle de un éxito, pero en este caso el autor gaditano y paisano Jesús Relinque, del que os voy a hablar hoy por segunda vez tras la anterior reseña de su primera obra «La llave de los misterios», nos trae la continuación del final de la misma, pero dejando en el limbo a Juan y sus pringados en una futura tercera entrega. Según el autor, el cierre era tan suculento que su mente no pudo dejar de funcionar enclavando una nueva trama sobre los cimientos del fiordo más bonito del Atlántico.
«La ciudad oscura» nos lleva al Cádiz de los años 30 y 40, donde los protagonistas de la misma son el famoso Fernando Artesón Cuero y Eulogio y el abuelo de Juan y pupilo inesperado del profesor de Bellas Artes de la Tacita de plata.
En un principio volvemos a encontranos con María Mocos y la incursión de un joven Eulogio, temerario y de la misma calaña que su futuro nieto al descubrir el secreto de su profesor. Aquí, Relinque profundiza con mucha delicadeza y tacto en la relación que nos dejó en el aire entre maestro y pupilo, desgranando su amor en pequeñas dosis entre el age y guasa de Eulogio, y la elegancia de un Artesón Cuero que todos imaginábamos en la primera entrega y que Jesús nos has confirmado con su educación, refinamiento y desesperación por culpa del joven estudiante.
Si a ello le sumamos una historia pararela (quenpoco a poco se unirá a la principal) de un personaje femenino tan misterioso como cautivador en la piel de la joven Amalia que vuelve de entre los muertos con un firme propósito tras perder la poca cordura que le quedaba en el antiguo Manicomio de Capuchinos de Cádiz, la intriga está servida.
Eh, pero que esto no queda aquí, pues las murallas y rincones que rodean la ciudad mas antigua de occidente tiene mucho que contar y más si tiramos de la fantasía del autor rebujada con la herencia que nos dejaron los fundadores de esta tierra que esconde tantas civilizaciones bajo sus pies.
Os juro que me encantaría desgranar más esta historia, pero sería un delito, así que vamos a centranos en otros aspectos que dan empaque y consistencia a este libro. Una documentación impecable, que nos lleva incluso a uno de los hechos más duros que han ocurrido en la ciudad y de los que ya han pasado 74 años, la explosión. Esa noche roja que colma de frenesí un final de libro excepcional.
Una narrativa versada en esos clásicos románticos cuando el autor nos describe escenarios y situaciones, gracias a la facilidad de su pluma. Los personajes siguen teniendo una fuerza descomunal. El villano de esta trama es muy curioso y el autor de nuevo utiliza la tradición para crearlo de la nada y llenarle de toda la savia que se necesita para odiar a un tipo peculiar.
Yo me he vuelto a ver por las calles de la antigua Gadir y he disfrutado mucho de esta novela con dos ciudades tan distintas, la luz real y la oscuridad creada por la mente fantasiosa del escritor.
Como anécdota, de nuevo, Relinque repite la curiosa y genuina fórmula de esos pies de páginas tan originales con esos QR que nos llevan a detalles e informaciones muy útiles para acompañar la atmósfera creada. Para colmo, cada capítulo empieza con las típicas citas de autores, pero en este caso con algo que a mi, como gaditano y carnavalero, me ha puesto los pelos de punta. Estrofas de algunos de los autores más representativos de las fiestas más típicas de Cádiz entre otros. Detalles que llenan y llegan.
Os debo confesar que no me pude resistir y mandé con toda la cara que puede tener un gaditano, un audio al autor a través de Instagram, exigiéndole una tercera entrega, pues estoy deseando ver en acción de nuevo a Juan y sus adorables «Pringaos». El resto de la conversación se queda entre el autor y el que os escribe. Jesús Relinque es un gran escritor, pero también un hombre cercano y con mucho arte.
Enhorabuena de todo corazón, paisano. Es un orgullo como gaditano ver que gente de mi tierra triunfa como la Coca Cola y ayudar en todo lo posible a que el resto del mundo los conozca.
Mi puntuación es de 7 sobre 10.