Reseña de «Sangre de hormigón» de Jesús Fersán

Quizás lo haya dicho muchas veces, pero me vuelvo a repetir si hace falta: <<No me veo capacitado para escribir jamás una trilogía>>. Es por ello, que al enfrentarme a la lectura de una de ellas siempre suelo imaginarme con que me encontraré al leerlas. Pues bien, hoy me hallo en una caso especial, ya que algunos sabréis que tuve el placer hace unos meses de conocer al escritor del que hoy hablo y el honor de presentar curiosamente el libro que cerraba esta trilogía que él bautizó como «Saga sangre». Esta última palabra nos ha vinculado y mucho, debido a que mi primera novela llevaba ese «distintivo» en su título.

Jesús Fersán  no es solo un hombre valiente al tirarse al ruedo de la literatura con estas casi mil páginas en total, es un soñador, un alma inquieta como la de más de uno que amamos esta profesión a la que tanto respetamos. Mi aprecio hacia su persona va más allá de las letras, pues desde un principio nuestras almas conectaron como lo hacen sus grandes y redondos ojos que te dan paz y tranquilidad con su voz calmada y amiga. Su historia es algo más que la locura de un culo inquieto, es algo que se sostiene principalmente por el realismo cotidiano que plasma en sus escenas y ese detalle que tanto adoro en un escritor cuando te describe a los personajes al dedillo. Una forma fácil de hacerte con ellos y a la vez complicada, pues no todo el mundo es bueno a la hora de detallar el aspecto de la gente.

Normalmente no me leo una trilogía de seguido si no me convence o me aburre, por eso en este caso he decidido acabarla entera después de leer la novela de la que hoy os hablo. «Sangre de hormigón» nos cuenta la historia de un grupo típico de amigos que planean unas vacaciones de verano, pero que por culpa del azar se ven envueltos en medio de una locura, que Jesús magistralmente no te desvela para incentivar tu curiosidad hasta límites insospechados. Toda narración necesita de un acontecimiento inicial que genere controversia y adicción…¿Qué mejor manera que hacerlo tras un ataque brutal a las casas de las monedas de varios países? Este hecho y una fuga que por desgracia para Eugenio, «Uge» para los amigos, se cruza en sus caminos tras una muerte inesperada, hacen que la lectura se intensifique con un personaje escurridizo para la policía e insufrible para la pandilla de jóvenes que los persigue irremediablemente. La base argumental se sostiene por el realismo de los protagonistas, su lenguaje sencillo y directo, y sobre todo por una idea que solo ronda en la cabeza del autor y que hace que juegue con nosotros y así no podamos sacar ninguna teoría al respecto. Como último detalle, por el cual quiero hacer una mención especial, es el tema de la música. Ya he leído a varios autores que le dan muchas importancia a ese tema y personalmente lo considero muy acertado. De hecho mi primera novela tiene muchos de esos detalles armoniosos que son tan necesarios en la vida cotidiana. La única pega que puedo ponerle a esta historia es que la trama a veces peca de un poco de peso y para mi humilde gusto se debería de haber descargado de peso y unirla más, dando más ritmo.

En resumidas cuentas y sin querer aburrir a nadie más, os recomiendo la lectura de «Sangre de hormigón» y os invito pues a que sigáis la saga como lo estoy haciendo yo. Enhorabuena querido amigo y mucha suerte como siempre.

Mi valoración es de 7 sobre 10.

Óscar Lamela Méndez

 

 

 

 

 

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