Boca a boca
El poder de esta técnica verbal, tan legendaria como efectiva, está empezando a mermar los muros de la indiferencia o más bien germinando el desierto de donde empieza a crecer las ilusiones de un escritor novel como el que os escribe.
A lo largo de estos tres meses de venta de Llamada de sangre y gracias a una deidad no resuelta en mi corazón o la confluencia cósmica de las energías universales, la aceptación de la novela está siendo muy grata y satisfactoria. El valor del apoyo familiar y la amistad son consabidos y apreciados por mi corazón para el resto de mi vida, pero como comprenderéis es un orgullo para mi que el «Gran público», gente externa a mi entorno, esté gozando también de la lectura de este trocito de historia que mi corazón sacó hace ya dos años.
Sé que con la ayuda de mis queridos sectarios sanguíneos y su boca a boca, conseguiremos que este sueño siga tan vivo como los amaneceres y el velado murmullo de mi corazón al despertar cada mañana.
Muchísimas gracias a todos por hacer posible esta alocada ilusión.
Óscar Lamela Méndez