Presentación del cuento solidario «El viaje de Jon» de Guillermo de los Mozos

«Un amigo es un amigo…», así comenzaba la letra de un pasodoble de carnaval hace ya unos años. Ideal en estas fechas por dos motivos: las fiestas evidentes que vivimos estos días y por la suerte que puede tener cualquier ser humano, por ser amigo de Guillermo de los Mozos. Para mí es mucho más que mi editor, es ese tesoro que pocas veces encuentras en la vida y te ayudan a crecer profesionalmente, y aunque suene a tópico y típico, es así, sobre todo como ser humano.

Editor, escritor y apasionado de la literatura infantil, gracias al amor incondicional hacia su sobrina, Guillermo es ese culo inquieto que se niega a dejar que la maldad del mundo prevalezca sobre nosotros y sobre todo, que nos roben la inocencia infantil. Gracias a la Asosiación Iniciativas  Solidaria Isekin, el sueño de un corazón especial, se ha llevado acabo.

 

    

                                                                                       

 

 

Ayer fue un día de celebración, un día en el que un centenar de corazones solidarios nos dimos cita en la biblioteca Manuel Alvar, de Madrid, para disfrutar de los ojos de la ilusión y la felicidad de un auténtico «HÉROE», nuestro querido Jon del Portillo Gorriz. Un jovencito de 11 años de Barcelona, que sufre de Atrofia Muscular Espinal tipo 2, una enfermedad degenerativa que ataca al músculo, lo que le mantiene en silla de ruedas….pero eso, para un héroe, es una nimiedad, porque los poderes de Jon, junto a la pluma de Guillermo y la impresionante imaginación de la ilustradora andaluza, Míriam Raya han conseguido que este chico, nos lleve a través de una historia preciosa en la superación, la esperanza y la ilusión por vivir y ser felices es un regalo para nuestros ojos, pero sobre todo para nuestras conciencias atrofiadas: «EL VIAJE DE JON».

No os voy a ocultar lo ocurrido ayer. Tampoco lo cuento por ponerme medallas, simplemente, os quiero mostrar lo que significa un simple gesto. Me acosté ese mismo día a las 8:30 de la mañana viendo la final del concurso de agrupaciones carnavalescas de mi tierra, Cádiz. A las 12:00 horas, era la presentación. Dormí una hora, pues Naya ya estaba despierta y no dudé en ir al evento. Dos razones: Jon y Guillermo, simplemente. Siempre me he caracterizado por cumplir mis promesas y sobre todo, por ayudar a los demás en la medida de lo posible.

La recompensa fue infinita, pues la sonrisa, la voz dulce y humilde de Jon, salpicada de una emoción evidente al vernos a todos allí, mereció mil horas de sueño. Desde aquí, quiero felicitar a su padre Iñaki, porque su amor y su corazón, son las mayores virtudes y lecciones dadas a su maravilloso hijo.

               

El acto fue tan bonito y especial, que se salió de las normas establecidas. Se arrancó con la actuación desinteresada del músico Héctor , con una canción preciosa, basada en la fortaleza de un corazón para seguir adelante. Guillermo, hizo las veces de presentador y tras contarnos como surgió esta historia y el por qué de todo, dio paso a Míriam Raya, que llena de una dulce vergüenza, nos deleito con sus palabras y sus nervios, para contarnos la ilusión que le hacia ver sus ilustraciones tan bien reflejadas. Era evidente que su gracia andaluza nos regalaría momentos divertidos, y así fue con la anécdota en especial de la calidad del papel del cuento. Por último hablo Iñaki, el padre de Jon y nos contó de los nerviosismo de su hijo desde las 5:00 de la madrugada que se levantaron para llegar a tiempo al evento. Nos habló de su otro hijo Gorka, que también quiere un cuento a su nombre y de como es la vida de un niño tan valiente como Jon.

  

La emoción recorría cada resquicio de la sala abarrotada de gente, que incluso estaba de pie. Yo me dediqué a plasmar, como buenamente pude, el evento con mi cámara de fotos y sentir a través del objetivo la felicidad de todos los presentes. La curiosidad por conocer a Jon y su vida, se daba entre los más pequeñajos que allí fueron y cada uno de ellos, quería tener un libro exclusivo de Jon.

Para cerrar un día tan bonito, llegó la firma de ejemplares y con ella, las colas longitudinales para llevarse la firma de Jon, con su sello especial y la dedicatoria exclusiva de Míriam y Guillermo. Todos quisimos hacernos una foto con Jon, pues no es tan fácil hacerse una foto con un héroe todos los días y descubrimos todavía más, su belleza exterior, su valía y su grandioso corazón.

  

Ojalá algún día el mundo llegue a concienciarse de lo necesario que son estos eventos y lo importante que son para el futuro de nuestra especie: Los niños. Por personas como Guillermo, Míriam, Ináki y el grandioso Jon, el mundo jamás será vencido por la oscuridad, pues sonrisas como la de nuestro héroe, siempre iluminarán el camino de la esperanza y el amor necesario en este mundo.

   

Gracias a todos.

Óscar Lamela Méndez

Fotografía: Óscar Lamela Méndez

 

 

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